“CÉLIBE AULLIDO DEL ALBA”
AUTOR:
DAVE M.L.S. MARTINS
Lágrima
que habitas, el laberinto
de
mis ojos,
el
sutil quejido del mar, el agónico
rugir
de mis sentimientos
Boca
que libas la hermosura del alba,
que
desnudas en un poema, el lóbrego
tintineo
de mis besos, mientras desuello
en
mis sueños, tus pupilas de fuego, la
epifanía
de un amor incierto, las
repulsivas
cicatrices de un corazón al
descubierto, la endiablada perfección de
tu
divina anatomía, mientras seduces madrugadas
y
así ver morir el día
Memoria,
cubículo inmortal de los insómnes,
de
los que tejen laberintos sin estrellas, de los
que
mendigan pan a los dioses,
de
los que vierten su dulce bálsamo, en las
mortíferas
raíces, de la pasión alada de las estrellas…
¡Arde,
huracán de besos!
¡Incendia
la aurora!
Quema
con tu saliva mis vestiduras,
mi
lengua de sal, mis extintas lunas de adviento,
un
párrafo de coral, las sangrientas vísceras de tus besos,
el
puñal que perforó las máscaras de géminis,
la
mortal sangría de tu recuerdo… mientras te hago el amor, y te
cobijo
en la onírica tempestad del firmamento, bajo las alas de un
dios
ignoto, tu pretérito imperfecto, la ardiente luz de una caricia,
entre lo que vivió y ha muerto
Rugido
demencial de dos planetas imperfectos,
desangrándose
de lunas, tu corazón al descubierto
Célibe
gota de lujuria de la pasión que de ti espero,
galopó
en nuestros corazones, como dos lágrimas
de
cielo,
célibe muerte de la aurora, de quien tú eres, dueña y señora,
mientras
desnudo a la distancia, mi célibe aullido de amor, del
divino
ángel azul, del ardiente alba, por el que muero.
FIN
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