"NIEVE"
Esa tarde, llovía a cántaros el cielo. Rabiosa la
sangre de los ángeles, patinó sobre los fríos andamios de mis dedos. En tanto,
los pérfidos besos de Paloma, danzaron entre mis labios su sepulcral sinfonía.
Exorcicé caricias de lava ardiente, escapando como espectros moribundos del
olvido.
Mientras las bocas putrefactas de los dioses,
vomitaron los eccemas de pulverulentas amatistas, mientras infernales y
precoces y tan filosas como hoces, me arrancaron las palabras y escupí la gris
sordera de las voces. Criminales genocidas de los capullos de mis ojos,
criminales genocidas, del bautismo de los dioses. ¡Fueron doce lágrimas de
nieve!¡Fueron los eclipses de las sombras de doce lunas... solo doce!
Y besé tu boca con gusto a sangre. Y te hice el amor,
esa noche. Y me zambullí entre los follajes tropicales de tu piel y llegué a
incendiarme bajo el misterio angelical del ardiente brillo de tus ojos. Y
devoré de un solo bocado el rancio pastel del universo, y libé del sutil
capullo del palomar de las estrellas, y tatué tu sexo entero de cobrizas gotas
de sirope, y nuestros sexos estallaron como un Big Bang de espejos rotos.
Y soñé contigo. Y perecí, junto a esos ángeles de
nieve.
